La menopausia es una etapa natural de la vida que puede traer consigo síntomas molestos como sofocos, sudoración nocturna y cambios en el estado de ánimo. Para aliviar estos síntomas, la terapia de reemplazo hormonal (TRH) es una opción segura y eficaz en la mayoría de los casos. Sin embargo, existen muchos mitos que generan dudas y temor entre las mujeres. En este artículo aclaramos los principales malentendidos sobre la terapia hormonal y explicamos las recomendaciones basadas en evidencia científica.
Mito 1: “Las hormonas causan cáncer de mama”
Este es uno de los mitos más extendidos. Surgió tras la publicación del estudio WHI (Women’s Health Initiative) en 2002, que inicialmente concluyó que la terapia hormonal podría aumentar el riesgo de cáncer de mama. Sin embargo, este estudio fue malinterpretado.
Lo que dicen los datos científicos:
- En el grupo de mujeres que usaron solo estrógeno (sin útero), el riesgo de cáncer de mama fue 23% menor en comparación con aquellas que no recibieron terapia hormonal. Además, hubo menos mortalidad por cáncer de mama [1].
- En el grupo que usó estrógeno combinado con progestina, sí se observó un aumento en los diagnósticos de cáncer de mama, con un riesgo relativo (RR) de 1.26, es decir, un aumento del 26% en comparación con el grupo placebo. Sin embargo:
- Los tumores diagnosticados tendieron a ser de mejor pronóstico (bien diferenciados y receptores hormonales positivos).
- No se encontró un aumento en la mortalidad por cáncer de mama a largo plazo [2].
Comparando el riesgo relativo con otros factores comunes:
Es importante poner este aumento del riesgo relativo en perspectiva:
Factor | Riesgo Relativo (RR) | Comparación con terapia hormonal combinada |
---|---|---|
Terapia hormonal combinada | 1.26 | Aumento del 26% |
Alcohol (1-2 bebidas diarias) | 1.10–1.20 | Menor aumento que la terapia hormonal |
Alcohol (3+ bebidas diarias) | 1.40–1.50 | Mayor aumento que la terapia hormonal |
Obesidad posmenopáusica | 1.30–1.40 | Similar o mayor aumento |
Sedentarismo | 1.20–1.30 | Comparable al aumento de la terapia hormonal |
Por ejemplo, beber 3 o más bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo relativo de cáncer de mama hasta un 50%, mucho más que el 26% asociado con la terapia hormonal combinada [3].
Perspectiva sobre el riesgo absoluto:
El riesgo absoluto promedio de desarrollar cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas es bajo, entre 0.6% y 1.7% en 5 años, dependiendo de la edad. Un aumento del 26% en el riesgo relativo con terapia hormonal combinada significa que:
- Si el riesgo inicial es del 0.6% (6 mujeres de cada 1,000), el riesgo absoluto aumentaría a 0.76% (alrededor de 8 mujeres de cada 1,000), es decir, 2 casos adicionales por cada 1,000 mujeres en 5 años.
- Si el riesgo inicial es del 1.7% (17 mujeres de cada 1,000), el riesgo absoluto aumentaría a 2.14% (alrededor de 21 mujeres de cada 1,000), es decir, 4 casos adicionales por cada 1,000 mujeres en 5 años.
Conclusión: El riesgo absoluto asociado a la terapia hormonal combinada es bajo en comparación con otros factores modificables, y los beneficios de la terapia para aliviar los síntomas de la menopausia pueden superar este aumento de riesgo para muchas mujeres. Es fundamental evaluar el balance entre riesgos y beneficios de manera personalizada con un médico, teniendo en cuenta las necesidades específicas y la calidad de vida de cada paciente.
Mito 2: “Las mujeres con alto riesgo de cáncer de mama no deben usar terapia hormonal”
Muchas mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama o portadoras de mutaciones genéticas como BRCA creen que no pueden usar terapia hormonal. Esto no siempre es cierto.
Lo que dice la evidencia:
- En mujeres con mutaciones BRCA que se han sometido a una ooforectomía (extirpación de ovarios), el uso de estrógenos no está contraindicado [4].
- Los estudios sugieren que la terapia hormonal no aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en estas poblaciones y puede mejorar significativamente su calidad de vida [5].
Conclusión: El uso de terapia hormonal en mujeres con alto riesgo debe evaluarse de manera individualizada, pero no está prohibido en todos los casos.
Mito 3: “La terapia hormonal provoca enfermedades cardiovasculares”
Otra idea errónea es que la terapia hormonal aumenta el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Este mito también proviene de los primeros resultados del WHI.
Lo que sabemos ahora:
- En mujeres mayores de 60 años o que inician la terapia más de 10 años después de la menopausia, sí se observó un aumento en eventos cardiovasculares [6].
- Sin embargo, en mujeres menores de 60 años o que comienzan la terapia dentro de los primeros 10 años tras la menopausia, no hay aumento en la mortalidad cardiovascular ni en el riesgo de eventos cardíacos. De hecho, algunos estudios sugieren un posible efecto protector [7].
Conclusión: La edad y el momento de inicio son factores clave. La terapia hormonal es segura para el corazón en mujeres jóvenes y en las primeras etapas de la menopausia.
¿Qué hay de las hormonas “bioidénticas” y los compuestos personalizados?
Tras la controversia del WHI, muchas mujeres buscaron alternativas “naturales”, como las llamadas hormonas “bioidénticas” ofrecidas por farmacias de compuestos. Aunque suenen atractivas, estas opciones tienen importantes inconvenientes:
Problemas con las hormonas “bioidénticas”:
- Falta de regulación: No están aprobadas ni reguladas por organismos como la FDA, lo que significa que no se garantiza su calidad, pureza ni dosis exacta [8].
- Sin respaldo científico: No existen estudios de eficacia y seguridad a largo plazo [9].
- Prácticas no basadas en evidencia: Estas terapias suelen incluir controles hormonales en saliva u orina para ajustar las dosis, aunque no hay un “nivel óptimo” de hormonas establecido para las mujeres posmenopáusicas [10].
Cuidado con los implantes subcutáneos (“pellets”):
- Liberan estrógeno y testosterona de manera incontrolada y pueden causar efectos secundarios graves, como virilización o sangrados, sin posibilidad de revertirlos fácilmente [11].
Conclusión: Las hormonas “bioidénticas” no son más seguras ni más efectivas que los tratamientos regulados. Es mejor optar por terapias aprobadas y basadas en evidencia.
Recomendaciones principales
Si estás considerando la terapia hormonal, ten en cuenta estas recomendaciones clave:
Infórmate bien: Consulta con un médico experto para entender los beneficios y riesgos reales de la terapia hormonal [13].
Usa tratamientos aprobados y respaldados por estudios científicos: Incluyen estrógenos orales, transdérmicos o vaginales, y progestágenos con evidencia de protección endometrial [12].
Inicia la terapia antes de los 60 años o dentro de los primeros 10 años después de la menopausia, si es necesario.
Personaliza la terapia según tus síntomas y antecedentes médicos.
Evita los preparados compuestos no regulados o el ajuste de dosis basado en análisis hormonales de saliva u orina.
Conclusión
La terapia de reemplazo hormonal es una herramienta segura y eficaz para aliviar los síntomas de la menopausia, siempre que se utilice de manera adecuada y personalizada. Es importante no dejarse llevar por mitos o por promesas de soluciones no reguladas. Confía en tratamientos aprobados, basados en evidencia científica, y consulta a profesionales médicos para tomar decisiones informadas sobre tu salud.
Recuerda: no existe un “nivel perfecto” de hormonas que debas alcanzar, pero sí opciones seguras para mejorar tu calidad de vida.
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Referencias
Referencias
- Anderson GL, et al. “Effects of Conjugated Equine Estrogen in Postmenopausal Women with Hysterectomy: The Women’s Health Initiative Randomized Controlled Trial.” JAMA, 2004.
- Chlebowski RT, et al. “Estrogen Plus Progestin and Breast Cancer Incidence and Mortality in Postmenopausal Women.” JNCI, 2010.
- Scoccianti C, et al. “European Code Against Cancer 4th Edition: Alcohol Drinking and Cancer.” Cancer Epidemiol, 2016.
- Domchek SM, et al. “Mortality After Bilateral Salpingo-Oophorectomy in BRCA1 and BRCA2 Mutation Carriers.” JAMA Oncol, 2016.
- Marchetti C, et al. “Hormone Replacement Therapy After Risk-Reducing Salpingo-Oophorectomy in BRCA Mutation Carriers.” Int J Cancer, 2018.
- Manson JE, et al. “Menopausal Hormone Therapy and Long-term All-Cause and Cause-Specific Mortality.” JAMA, 2017.
- Rossouw JE, et al. “Risks and Benefits of Estrogen Plus Progestin in Healthy Postmenopausal Women: Principal Results From the WHI Randomized Controlled Trial.” JAMA, 2002.
- Stanczyk FZ, et al. “Bioidentical Hormones: Facts and Myths.” Int J Gynecol Obstet, 2011.
- Files JA, et al. “Bioidentical Hormone Therapy: Clarifying the Misconceptions.” Mayo Clin Proc, 2011.
- Boothby LA, et al. “Bioidentical Hormone Therapy: A Review.” Menopause, 2004.
- Glaser RL, et al. “Testosterone Implants in Women: Long-term Safety Data.” Maturitas, 2009.
- The North American Menopause Society. “Menopause Practice: A Clinician’s Guide.” 2022.
- American College of Obstetricians and Gynecologists. “Use of Hormone Therapy in Postmenopausal Women.” ACOG Practice Bulletin, 2017.